Botox en las axilas
La hiperhidrosis, es el nombre médico para la sudoración excesiva. Es un proceso que ocurre naturalmente, en unas personas más que en otras, cuando el cuerpo trata de regular su temperatura a fuertes emociones como los nervios, e incluso la ansiedad, se generan excesos de sudor no controlados, como medios de defensa a la reacción que sentimos.
Los antitranspirantes o desodorantes son minerales que bloquean la salida del sudor en las axilas, de modo que, el sudor se sigue produciendo, que no logra salir a la superficie por acción del producto. Lo que hace es causar unos efectos contrarios, como la inflamación de las glándulas de las axilas siendo notorios al ver las manchas en tu ropa.
Precisamente esas manchas son provocadas por el efecto de la sudoración de tus axilas junto al antitranspirante, lo que resulta un tanto molesto cuando hablamos del daño a tus prendas de vestir y la incomodidad que te va a causar.
uestro cuerpo al reaccionar antes cambios naturales, por medio de la sudoración liberada por el cuerpo, para expulsar las toxinas, entra en contacto con nuestra piel y con las bacterias que están en ese lugar, causando el mal olor.
Existen múltiples opciones para controlar el sudor, siendo la técnica del Botox axilar, la que ha demostrado ser una de las soluciones que además de parar y controlar la sudoración, nos ayudan a cuidar el medio ambiente tras reducir el uso de antitranspirantes.
El botox en las axilas, es un procedimiento seguro, sin efectos secundarios ya que no afecta otras partes del cuerpo y sólo detiene la sudoración, sin embargo, se necesita contar con asesoría de un médico especialista, para poder tomar una decisión adecuada y que se realice el tratamiento de manera segura.
La toxina botulínica no ha comprobado causar efectos secundarios, por lo que la aplicación de Botox en tus axilas, para controlar la sudoración y controlar la higiene en tus ropas, es una opción muy segura. Es importante tener en cuenta que este tipo de procedimientos deben ser realizados por un especialista, ya que cualquier aplicación con más profundidad de la adecuada para intervenir en las glándulas sudoríparas, puede resultar en una complicación a futuro.
Pequeñas cantidades de botox se inyectan en las glándulas sudoríparas de la zona de la axila, aproximadamente de 10 a 15 piquetes por axila, lo que provoca que se detenga la secreción de sudor, de cierta manera se ‘apaga’ la creación de sudor. Tomando aproximadamente una hora como máximo el procedimiento y en 10 días se comienzan a ver resultados, muy satisfactorios.
El Botox en las axilas, a diferencia de los desodorantes, actúa directamente sobre las glándulas sudoríparas cortando la señal de los nervios a la glándula. Las glándulas axilares tienen un mecanismo de sudoración que no es controlado como el de la cara, y al momento que se hace la aplicación de Botox, lo que se está logrando, es adormecer la acción que producen estas glándulas, disminuyendo el exceso de sudor.
El efecto de la aplicación de Botox en las axilas, puede tener una duración de 6 a 12 meses, dependiendo del paciente.
En el caso de un tratamiento de Botox en las axilas, generalmente se requieren un par de sesiones, para controlar por mucho más tiempo las zonas a tratar. Una sesión tiene un costo aproximado de 400 dólares.
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Los efectos del Botox para la cara o cualquier zona son temporales, lo que significa que necesitará más inyecciones en el futuro. En el caso de la sudoración de las axilas, la sequedad puede durar entre 4 y 14 meses.
“La aplicación de toxina botulínica o bótox ha demostrado utilidad en la hiperhidrosis de axilas, su mecanismo de acción consiste en un bloqueo de la transmisión nerviosa en la unión neuromuscular, cesando la producción de sudor entre el segundo y cuarto día después de la infiltración.
Dosis recomendada: Se inyectan 50 Unidades por lado de Botox por vía intradérmica, repartidos equitativamente en distintos puntos del área hiperhidrótica de cada axila por separados
A veces, este sudor excesivo también puede afectar a palmas de manos y plantas de los pies. El botox es una alternativa de tratamiento ideal debido a que tiene una efectividad de un 100 por ciento, de los casos, y no tiene efectos adversos o no deseados.
El tratamiento de la hiperhidrosis axilar con toxina botulínica se realiza en la consulta tras aplicar una crema anestésica formulada que dejamos actuar unos treinta minutos aproximadamente, por lo que no hace falta pasar por quirófano ni someterse a una anestesia general.